QUIERO DARTE UN POCO DE MI LENGUA

Por estos días ha resurgido entre las calles de Santiago de Cali un fruto a prueba de balas inundando de sudor a las personas de la ciudad, es una de las lenguas más importantes en el determinismo social, gestado por un aventurero que con disciplina, tenacidad y mucha función de servicio se propuso la tarea de crear espacios para los jóvenes.
No es ningún desconocido, más bien, para la mayoría de los caleños es un pelado con tendencia nadaísta que quiere fomentar el espíritu critico y la diversidad de pensamientos, mediante el desarrollo de propuestas juveniles. A mediados de julio del año 2005 sentado en un tradicional café de la ciudad, se cuajó La Lengua, un periódico que está causando en los desprevenidos transeúntes caleños un estupor salivalesco. Esta Lengua no es una pendejada salida de los bajos mundos, es un trabajo adaptado al inmenso amor por la gente, por que no solo fue la majestuosidad de contar historias y publicarlas, sino la alegría de contar que suspendidos bajo un sueño, uniendo los brazos para luchar por la alternatividad, se iban a tocar las fibras de esos desapercibidos corazones que habitan sin compromiso social, sin conciencia de ciudad y sin autonomía.

El PERIÓDICO INDEPENDIENTE LA LENGUA, es un medio impreso que busca sensibilizar a la comunidad de la importancia que tiene el ciudadano caleño de respetar y cuidar el ambiente en el que vive, la convivencia ciudadana, la concientización social y unos tantos elementos que hacen de La Lengua un medio fresco y diferente de hacer servicio para la gente. A diferencia de otros periódicos socioculturales de Cali, La Lengua es una realización que trabaja para la comunidad, para la independencia de los pensamientos y para un entorno critico.

Las causas que motivaron a este loco de LA LENGUA a esta ardua y complicada labor, comprende en promover la participación de los jóvenes para identificarse como gestores de un mejor mañana. La lengua es un periódico juvenil que quiere a la ciudad y cree en los cambios de conciencia y garantiza la transformación del entorno.
Nuestra misión empezó a gestarse desde el nacimiento del nombre, el equipo inicial de la Lengua (Conformado por tres mujeres comunicadoras y un hombre periodista y sociólogo de arte) buscó alternativas acordes al medio que se iba a tocar, lloraron, sufrieron, y hasta se acaloraron por el simple hecho de querer hacerlo.

Una de las grandes fortalezas de la lengua es la unión y adaptación de las ideas, nos hemos topado con incrédulos, críticos y hasta con envidiosos del medio, que habían querido destruir lo que ni siquiera había nacido, pero eso le sirvió al grupo, pues la dura salida del periódico, que dejó tanto trago amargo y demás, trajo consigo un refrescante aroma de satisfacción y de placer.
Su grupo periodístico esta compuesto por psicópatas sociales, es la mayor de las referencias para creer en este periódico, son jóvenes que han trabajado fuertemente por beneficiar de equidad y de justicia a la comunidad, son románticos y exuberantemente melancólicos, aveces depresivos y profesionales por encima de todas las cosas.

Por tal razón, La Lengua espera ser leída con la boca abierta, y recomienda a sus lectores amar a la ciudad a través de las palabras.